Los Miserables


Los Miserables
(Tom Hooper, 2012)

Historia musical de venganza, amor, redención y revolución ambientada en la Francia del s. XIX

La película tiene uno de los grandes pilares y su peor defecto en la misma figura: Tom Hooper, el director. Aunque levemente odiado por mi parte al haber ganado el Oscar frente a David Fincher (que lo merecía, merecía, merecía por 'La Red Social', tan rotundo como la noche sigue al día), es cierto, al César lo que es del César, que es un director con un gusto por el encuadre exquisito. Pero claro, si decide rodar cada canción (en una película de 2 horas media que es todo canciones) con un primer plano del intérprete, la película, como conjunto, aburre un poco.

Claro, cuando el buen señor abre el plano, es la hora de comer después de un día picando piedra. Desde el plano con el que comienza la película, de una majestuosidad épica, al plano con el que acaba, ambas grúas que se te va la pinza, las leves escenas en que podemos apreciar escenario o vestuario son en las que Hooper hace el pino puente con platos en la nariz, y tú, como espectador, haces palmas con las orejas.

Con lo cual, aunque los actores lo dan todo y más allá, el ritmo es desigual. Incluso cansino hacia el final. Aunque en parte hay algo en ver un señor vagabundo del s. XIX cantando las miserias de una vida de perro que... no sé, no termino de conectar. Y me encantan los musicales. Y 'Rent', mi favorito (representación de Broadway, no peli de Chris Columbus), son también 2 horas y media únicamente de canciones.

Lo mejor: los actores. Los actores, los actores, los actores. Mil veces los actores.

Lo peor: en conjunto, la realización, por 'pros' puntuales que tenga, los 'contra' vencen.

En mi escala es un... 6'5 / 10
(y a ver 'Rent'... el musical de Broadway, no la peli musical, que no está mal, pero no es tan bestia. Y ambas están editadas en DVD / Bluray, no hay excusa).