Premium Rush
(David Koepp, 2012)
Wilee vive sin frenos, igual que su bicicleta, con la que trabaja como mensajero express en Manhattan. La carrera de su vida la tendrá cuando un policía corrupto (de imposible nombre Bobby Monday) le intente quitar, por todos los medios posibles, un misterioso sobre.
Es una chorrada descomunal, con un desarrollo argumental súper forzado y un desenlace pasadísimo de rosca, pero prometía diversión y me la dio. Tenía todas las papeletas para quedarme dormido viéndola... y me mantuvo despierto. Así que chapeau.
Lo mejor: su ritmo es ciertamente endiablado, con algunas soluciones visuales muy originales. Y la pareja héroe-villano de Joseph Gordon Levitt y Michael Shannon, los motivos iniciales que tuve para verla (el segundo, desfasadísimo).
Lo peor: el sentimiento que impregna la cinta de estar vendiéndote el modo de vida más cool de la ciudad más cool, cuando la película es una palomitada absurda con un final no apto para diabéticos.
En mi humilde opinión es un... 5 /10
(y a partir de ahora la llamaré The Dark Knight Bikes, denominación inventada por el bloguero Yorkperry, con todo el arte del mundo)