The Hobbit: an unexpected journey


The Hobbit: an unexpeted journey
(Peter Jackson, 2012)

En el momento de su estreno he sentido una especie de consenso entre la crítica sobre lo infantil, larga y a ratos fallida precuela de la celebérrima trilogía de El Señor de los Anillos.

Pues sinceramente, crítica, no sé qué os esperabais. Me pareció cojonuda.

Es una fantástica adaptación del libro (casi literal dado el metraje que disponen para plasmar un libro tan corto, pero tampoco nunca he sido un talifan en este sentido si el material se sostiene solo), una película divertidísima, indudablemente de tono más ligero que las previas (ese halo apocalíptico y fatalista que acompaña al anillo y Sauron aquí no está, pero te dejan vislumbrarlo a lo lejos), que rezuma cariño y dedicación a la obra.

Lo mejor: con la trilogía de El Señor de los Anillos, me tiraba un año esperando cada película... el día del estreno estaba incluso nervioso porque iba a verlas. El Hobbit no me emocionó antes de su estreno, lo afronté como otra película más. Bueno, después de verla (dos veces en menos de un mes), tengo de nuevo esas ansias y nervios por volver a la Tierra Media.

Lo peor: llevo un rato pensando, y es que hasta el 3D y los 48 fps me parecieron la leche.

En mi opinión es un... 9 / 10
(porque ese último punto queda para películas que me emocionan, uno es un sentimental, joder)